viernes, 14 de noviembre de 2008

Un testigo cercano

El piloto Emilio Hernández Galindo, quien era parte de la tripulación del vuelo 775 de Magnicharter que venía algunos minutos atrás del avión de Camilo Mouriño, comentó en entrevista con “Reporte Indigo” lo siguiente:
“A mí me parece que algo tiró a ese avión… Y la única situación por la cual yo, en mi experiencia, puedo decirte que se desplome de esa manera es porque explotó. Una explosión en cabina o una falla drástica de controles de vuelo”.
“Porque un avión, aunque tenga una falla mecánica, inclusive de los dos motores, sigue volando. No se le apagan los dos motores y se desploma. Entonces, yo creo que por eso el controlador asumió que el punto donde desapareció de su radar más un tramo más de trayectoria, que ese avión ya podría estar sobre la SCT.”
“En lo personal, como piloto, me llama mucho la atención que nunca hubo una llamada de emergencia por parte de los pilotos del avión Learjet. Es muy, muy raro. Cuando a ti se te presente una falla en el avión, tiene que ser una falla fatal para que tú te desplomes como ese avión se desplomó. Tú puedes tener muchas fallas en el avión y aun así el avión sigue volando. Un avión es una máquina que está diseñada para ser muy segura. Es muy, muy difícil que un avión en condiciones normales, y digo normales inclusive en fallas de sistemas, se desplome en la manera que se desplomó. Sin haber existido antes una llamada de alerta, una llamada de emergencia”.
“Tras la sacudida no vimos nada, excepto el tráfico de helicópteros”

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