Después del fracaso de Hugo Sánchez al frente de la selección mexicana, producido más por
"su boca", su soberbia y sus promesas que -objetivamente hablando- por sus resultados, estamos ante el inicio de una nueva era en el fútbol mexicano, sobre la que muchísimos mexicanos están especulando, y no quiero ser la excepción.
Recuerdo que en el Mundial de Corea-Japón 2002, cuando México debía enfrentar a Estados Unidos en octavos de final, estaba seguro de que ese quinto partido fuera de casa estaba garantizado... desgraciadamente todo índica que lo mismo pensaron Javier Aguirre y sus pupilos que saltaron a la cancha como si fuera un partido de trámite... La pesadilla y la realidad se vinieron encima y al terminar ese partido juré que no volvería a ver un partido de la selección mexicana en mi vida; y prácticamente duré cuatro años sin hacerlo... De hecho hasta el Mundial de Alemania 2006 volví a ver a la selección... con una excepción (el partido contra Argentina de la Confederaciones que, para variar, perdimos en penales).
Después de los años que llevo siguiendo al Tricolor, he llegado a dos conclusiones:
1. No tenemos jugadores con suficiente nivel físico/futbolístico para ser los mejores del Mundo.
2. No hemos tenido la mentalidad ni la actitud ganadora para llegar a ser los mejores del Mundo.
En 1978, en México la gente estaba segura que se avanzaría sin problemas a la siguiente fase. Un año antes la selección había ganado un campeonato juvenil en Túnez y las expectativas eran altas. Sin embargo, ese exceso de confianza nos llevó a perder el primer juego contra Túnez, del que ningún jugador ni aficionado tenía duda que se ganaría. Y no nos supimos levantar… Después los alemanes nos propinaron una goleada histórica y los polacos nos derrotaron sin mucha dificultad.
En 1986, con todo a favor, nuestros jugadores no tuvieron la mentalidad suficiente para ganar en penales a Alemania.
En 1994, con todo a favor, nuestros jugadores no tuvieron la mentalidad suficiente para ganar en penales (o incluso antes) a Bulgaria. ¿Eran mejores que nosotros? No, simplemente estaban más concentrados.
En 1998, tuvimos a Alemania en la lona, y mientras "festejábamos" y nos dábamos el lujo de fallar oportunidades claras, ellos se levantaron y de dos "golpes" nos noquearon. ¿Era ese equipo alemán un "trabuco" plagado de estrellas que nos aplastó en todo sentido? En lo absoluto, simplemente nos faltó mentalidad triunfadora para ganar.
En el 2002, como ya lo mencioné, salimos a la cancha sintiendo el quinto partido en "la bolsa"... El resultado, los gringos nos humillaron. ¿Eran mejores que nosotros, física o futbolísticamente? Para nada, simplemente estaban mucho más concentrados en su objetivo de derrotarnos.
En el 2006, no pudimos ganarle a Angola por nuestra mentalidad débil... Nos pesó demasiado ser amplios favoritos. Contra Argentina, pasó lo de siempre, tuvimos una derrota "gloriosa"... De "cara al sol", pero derrota al fin. La diferencia de los otros 4 mundiales a los que he hecho referencia, es que esos argentinos sí erán futbolísticamente superiores a nosotros. Aún así, el que nos hayan empatado con tanta rapidez, es prueba de esa falta de concentración y mentalidad que siempre nos ha caracterizado.
¿Cómo se gana o se llega lejos en una Copa del Mundo?
Creo que son tres los factores clave:
1. El nivel futbolístico y físico de los jugadores.
2. La estrategia, la táctica y la eficiencia del trabajo colectivo.
3. La mentalidad triunfadora del grupo.
El nivel futbolístico incluye la diferencia que en un momento dado pueda hacer un jugador estrella en lo individual, y la eficiencia del trabajo colectivo, incluye las importantes jugadas a balón parado, tanto a la ofensiva como a la defensiva.
La mentalidad incluye, desde luego, la concentración necesaria en cada momento del partido, para no bajar el ritmo ni perder la cabeza ante las, siempre presentes, contrariedades y dificultades de un juego de Copa del Mundo. De hecho, hace poco Sergio Sarmiento comentó que en México no sabemos trabajar en equipo, y que esa es la razón por la cual nuestra selección no ha llegado lejos en un Mundial.
Los penales ¿en qué categoría entran? De acuerdo a la mayoría, en la 1 con un poco de la 3. En mi opinión, son 70% mentalidad, 20% nivel futbolístico y 10% estrategia. Por eso es que siempre perdemos en penales. No tenemos la mentalidad ganadora que implica meter un tiro de penal.
¿Qué viene?
De entrada, creo que el nivel futbolístico actual de nuestros jugadores da para un quinto partido o, incluso, para un sexto partido. Igualmente creo que se puede alcanzar un nivel de juego colectivo que dé para un quinto o un sexto partido.
Así las cosas, la clave está en tener la mentalidad correcta para poder llegar a ese quinto partido.
Ahora, la pregunta obligada ¿Eriksson puede hacer que se den esos tres ingredientes necesarios? Un factor le corresponde establecerlo casi exclusivamente a él, que es el de la táctica y el trabajo colectivo.
Los otros dos factores no son su exclusiva responsabilidad, pero creo que un poder influir favorablemente en esos factores es lo que diferencia a un buen entrenador de uno excelente, que debe ser capaz de influir enormemente para que dichos factores catapulten el desempeño del equipo.
Respecto al factor 1, le corresponderá identificar a los 11 mejores jugadores mexicanos, que no es tarea fácil.
Respecto al factor 3, deberá convencer a esos mismos jugadores que tienen la capacidad de derrotar al rival de enfrente por ser superiores, o bien, porque a pesar de su inferioridad futbolística, se tiene el juego colectivo y la actitud suficiente para hacerlo. (Muchos equipos superiores hombre por hombre a su rival, han sucumbido estrepitosamente ante rivales que aun sabedores de su inferioridad, no les tuvieron miedo y los derrotaron con estrategia, juego colectivo y muchas agallas). Un ejemplo claro, es la selección de Estados Unidos que nos derrotó en el 2002 o la selección Helénica que derrotó a la selección Lucitana en su propia casa en la Euro 2004.
Somos tan cortos de miras que el primer debate que se dio, tras la destitución de Hugo Sánchez, fue si debía elegirse a un entrenador mexicano o debía buscarse uno en el extranjero.
Los nacionalistas se rasgaron las vestiduras ante la simple idea de traer a un extranjero, mientras que los “malinchistas” no querían ni siquiera voltear a ver las opciones mexicanas. Ambos se equivocaban, pues el debate no era si debía ser o no mexicano, el verdadero debate debió siempre ser “de las opciones disponibles ¿cuál es la mejor para la selección de fútbol mexicana? Punto.”
Claro que dentro del debate de esta cuestión, podría salir a relucir la nacionalidad como una ventaja o una desventaja y, en todo caso, sobre cuestiones muy concretas; el idioma o la disponibilidad de vivir en México, por ejemplo. Pero ni un extranjero conviene más por el simple hecho de ser extranjero ni un mexicano por el de ser mexicano.
En este sentido, considero que Sven-Göran Eriksson es una opción bastante interesante, siempre y cuando este señor esté dispuesto a realmente comprometerse con el proyecto futbolístico que tiene enfrente.
Las dos ventajas claves que le veo son:
* Historial ganador: Tiene 33 años de experiencia. Desde que se retiró a los veintisiete años como jugador de fútbol, se ha dedicado a la cuestión técnica, y desde sus primeros equipos demostró su capacidad. Fue campeón de la segunda división sueca a sus treinta años de edad y desde entonces ha cosechado una gran cantidad de títulos en muchos clubes europeos, incluyendo su brillante trayectoria con la Lazio de Italia. A nivel selección sabe lo que son los retos, y no creo que dirigir la selección mexicana sea más difícil, en cuanto a presión, que dirigir a la selección inglesa, habiendo sido, además, el primer técnico extranjero en dirigirla.
Sus tres derrotas más importantes en su era como técnico de los ingleses, fueron ante equipos dirigidos, las tres veces, por Luis Felipe Scolari, a saber: Brasil en 2002 (a la postre campeón), Portugal en la Euro 2004 (a la postre sub-campeón) y Portugal en 2006… En este sentido, lo que más me da miedo es que tanto en 2004 como en 2006 perdió contra Portugal en penales, instancia considerada también el “Talón de Aquiles” de los mexicanos.
* Ajeno al medio mexicano: El fútbol es un deporte bastante sencillo con reglas muy claras. Eso de no conocer el “fútbol mexicano” me parece un argumento carente de sustento. Debe ser más difícil acostumbrarse a volver a manejar carros con el volante del lado izquierdo. Yo creo que eso de la "adaptación" es un pretexto de fracasados, y si este señor Eriksson es profesional y se mantiene al margen de los intereses y las presiones de los directivos y de los promotores, habrá dado un gran paso que no pudieron dar otros entrenadores.
Conste que incluso suponiendo sin conceder que no hubiera corrupción en el medio futbolístico mexicano, sí existen amistades y enemistades producto del propio ambiente, que lejos de beneficiar, perjudican la objetividad de cualquier entrenador. La enemistad de LaVolpe con Blanco llevó a aquél a dejar a éste fuera del Mundial en 2006, a pesar de ser cuando menos, uno de los mejores jugadores de México en ese momento. Pero seguramente fue su amistad con su yerno, lo que lo hizo llevarlo al mismo Mundial. ¿Cuántos entrenadores han dejado fuera a grandes jugadores por cuestiones personales? ¿Cuántos no habrán hecho lo contrario?
Yo me imagino que después de estar tantos años en el fútbol mexicano, un entrenador necesariamente va generando compromisos personales, amigos y enemigos, que lo hacen ser susceptible de perder la objetividad a la hora de hacer su “lista de convocados”.
No me parecería raro que un entrenador 100% hecho en México, reciba cientos de llamadas de amigos y conocidos para sugerirle que convoque a tal o cual prospecto. ¿Cómo le dices a tu hija que no vas a convocar a su esposo o cómo le dices al dueño del equipo con el que has trabajado tantos años (o que aspiras dirigir) que no vas a convocar al mejor jugador de ese club? ¿Cómo le dices a tu promotor -que tantos buenos contratos te ha conseguido- que no quieres convocar al jugador que te está “sugiriendo” para revalorar su carta ahora que se va a quedar sin contrato?
Espero ser lo suficientemente claro con mi punto. En este sentido creo que el señor Eriksson está ajeno a esas presiones y no debe tener ningún problema para decirle a Carlos Hurtado, por ejemplo, que no va a convocar a tal o cual jugador, si éste se lo llegara a pedir, incluso con un portafolio de por medio.
Así las cosas, si el señor Sven-Göran Eriksson realmente se pone a hacer lo que mejor sabe hacer, y no viene a México a vacacionar, sino a trabajar y a comprometerse con el proyecto, estoy seguro que tiene los méritos y la capacidad suficiente para llevar al Tricolor al anhelado quinto partido en Sudáfrica 2010.
Salvador Romero III